Como siempre tengo en la cabeza que no voy haciendo fotos del proceso, esta vez me ha quedado casi un tutorial cansino. No pongo todas las fotos, porque parecerían casi fotogramas, si es que o por mucho o por poco, pero no parece que acierte...
Bueno, lo primero es dibujarlo en papel a tamaño real. He seguido las sugerencias de ergonomía de mi amigo Ricardo Hernandez, que ya me demostró en su momento que de diseñar cuchillos sabe un rato.
Después lo pasamos a un pletina de acero. En este caso acero carbono un sencillito F114, que no tiene que aguantar demasiado ni mantener filo ni nada.
Y nada, con la ayuda de la nueva lijadora, como decía Miguel Angel, ¡A quitar lo que sobra!
Después de bajarle un poco los filos, la única parte de la que no tengo fotos, empecé encabarlos. El primero lo he hecho de un recorte de sapeli que tenía por el taller. Con un poquito de aceite me encanta como queda.
Primero hacemos una plantilla que quede bien sobre el cuchillo.
La recortamos con cuidado, aunque caí después que una vez puesto no habría que tener tanto cuidado, pero bueno, cosas que se aprenden para el próximo.
Y nada, pegarlos con un poco de epoxy e irle dando forma con una escofina y un poquito de lija hasta que quede cómodo. Después un poco de aceite de linaza para proteger la madera y darle un poco de brillo y tachaaan, ya lo tenemos!
Con otro de los que estaba haciendo he probado un encordado que he visto por ahí y me ha gustado bastante. He hecho otros encordados más complejos, pero este me gusta por todo lo contrario, sencillo y al mismo tiempo tiene su aquél
Y nada, a la vuelta, proyectos más grandes, que aún queda mucho por preparar y por desarrollar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario