Proyecto: Hoja de ropera

Después de darle más vueltas y de que la cosa se siga complicando, me he decidido a forjar yo las hojas y dejarme de dar rodeos. Además, una vez consiga el resultado que quiero, me permitirá hacer distintos tipos de hoja, con lo que la cosa promete :-)

Mi primera idea es hacer una hoja de ropera (empezando por el tejado, como los machotes) y para poner el listón alto, me estoy inspirando en esta hoja que puse en otra entrada y que me encanta.

Con un fuerte a seis mesas, volviéndose casi lenticular en el centro y con una pequeña acanaladura saliendo de la bigotera. Mi idea es hacerla con un recazo más parecido a las históricas que a las réplicas modernas accesibles, es decir, un recazo del mismo ancho y grosor de la bigotera, si no mayor. Tengo claro que deben ser unos 95cm de hoja desde la guarnición, todos los originales que he estudiado andan en este rango (93-97cm) y el recazo lo quiero bastante largo para que haya espacio para digitalizar bien la espada. En fin, que la teoría la tengo bastante clara, ahora a por la parte práctica

Para embarcarme en este proyecto, lo que sí que necesitaba es una lijadora de banda con algo más de precisión para poder definir bien las líneas, así que después de estudiar el asunto y aprovechando la experiencia de algún engendro que monté anteriormente, nos lanzamos a buscar los componentes, estudiar la estructura, etc... y con ayuda de mi amigo Ricardo y Emilio otro amigo herrero nos liamos a fabricar una.

Este es el motor, el alma de la lijadora, un corazón de 2hp de potencia y 3000 revoluciones, con una polea encargada a un tornero para que vaya todo como debe. 

Emilio soldando la estructura. Qué manos tiene este hombre soldando! La verdad es que ha sido una ayuda inestimable para conseguir que todo saliera a la perfección.

La estructura más o menos terminada, a falta de ponerle los rodillos y algunos ajustes, que fueron muchos. Hay que tener mucho cuidado con todos los centros y las rotaciones para que no haya vibraciones ni se desvíe la banda. Hacerlo sin herramientas adecuadas es bastante más trabajoso de lo que pueda parecer en un principio.

Pero el resultado merece la pena. Parece un invento de un científico loco, pero la verdad es que estoy muy contento con lo que va saliendo. Fue una pena que llegado este momento, hubo que desmontarla de nuevo para pintarla y que no se oxide, pero todo sea por el resultado final.

Y aquí ya está pintadita y con su protector colocado. La altura que me viene bien para trabajar hacía que el recorrido de la banda me cayera casi a la altura de la cara, con lo que había un montón de chispas que llegaban disparadas a los ojos, el protector es algo indispensable si se quiere mantener todos los órganos intactos.

Otro detalle que se ve aquí es la mesa de trabajo reclinable que le hemos colocado. En realidad hay varios útiles específicos que he diseñado para poder aprovechar mejor la máquina, pero sería bastante largo explicarlos todos, así que si alguien tiene alguna duda, se lo cuento en más detalle, pero no quiero aburrir a los que han llegado hasta aquí para ver otra cosa :-)

Con la máquina ya preparada, me he liado a preparar la primera prueba. Del forjado no tengo fotos, como habitualmente, es agarrar el martillo y se me olvida hacer fotos. Aquí está después de pasarla por la lijadora un poco para ir presentando bien las mesas.

Está resultando bastante bien, el peso está bastante controlado y las líneas, bueno, en eso estamos ahora mismo :-) El siguiente paso es el crítico, tratamiento térmico y prueba de resistencia. Ya iré publicando los resultados, espero que dentro de poco. Pero como entrante, va sirviendo esta entrada. Espero que os vaya gustando y si tenéis algo que aportar, estaré encantado de escuchar, que la siguiente fase me tiene bastante preocupado al ser una hoja tan larga y tan fina, creo que se puede deformar bastante.

Pero ya estamos más cerca, dentro de poco podré tener las hojas que yo quiero, lo cual es satisfacción suficiente para todo este trabajo.