Hace unos meses estuvimos de visita en los fondos del Museo de Artes y Costumbres de Sevilla y tuvimos la oportunidad de poder tocar, medir y pesar algunos ejemplares históricos de espadas roperas.
Aparte de la sensación que producen cuando las tienes en la mano, los trabajos de las guarniciones me dejaron maravillado. En particular un modelo con una guarnición de conchas, cuyo diseño se repetía en varios ejemplares.
Después de estudiar las fotos durante bastante tiempo, he llegado a la conclusión de que estos modelos no son demasiado adecuados para el trabajo que les damos en la sala, así que me he lanzado a hacer una versión más adecuada a las exigencias de la realidad de una sala de esgrima antigua moderna.
Hay que tener en cuenta que las espadas de la época podían no haber visto ningún combate en su vida o las que sí, desde luego no eran 2 horas de combate todas las semanas :-).
Con esto en mente, empecé haciendo un boceto a ver qué tal iban encajando las piezas
Aquí la monté sobre la guarnición de mi ropera, para ver qué tal se sentía en la mano, el espacio que quedaba dentro de la guarnición y esas cosas que nos interesan a los que las manejamos :-)
Después de comprobar que resulta bastante cómoda y manejable y ya algo más satisfecho con el primer boceto, he soldado algunas de las partes para darle un poco de solidez y poder seguir trabajando en el desarrollo.
De nuevo, la guarnición sigue siendo la de mi ropera, pero ese es el siguiente paso del desarrollo, así que pronto habrá más fotitos.
El detalle más significativo de la interpretación es hacer que los lazos descansen en los gavilanes para que tengan un punto de apoyo y no tengan tanto vuelo, que los veo demasiado débiles como para aguantar el entrenamiento en una sala y el de reducir un poco el peso para hacerla un poco más manejable.
Próximamente la siguiente fase!
No hay comentarios:
Publicar un comentario